Millonarios ganó… sí, pero gracias a los regalos del rival: ¿qué le pasa al ánimo y la actitud azul? 😕

Millonarios sumó tres puntos y lo celebró, pero la euforia quedó opacada. En lugar de aplausos, lo que se siente es desconcierto, frustración, algo así como si estuvieran agradeciendo que el contrario regale el partido, más que festejando su fútbol.

¿Regalos del contrario?

No es que Millos haya dominado; en varias ocasiones ha pasado que el rival entrega espacios, comete errores evitables, o que el árbitro favorece decisiones dudosas. Eso le ha dado vida. Pero el problema es que ese “regalo” se está volviendo la fuente principal de los triunfos, no lo que ellos producen. Es ganar, sí, pero de la nada.

Actitud que preocupa

Algo no está bien dentro del plantel: falta de carácter en momentos clave, mentalidad débil cuando se le complican los partidos, errores tontos defensivos, poca contundencia cuando tienen oportunidades. Y lo más grave: parece que los jugadores no cargan con la camiseta de Millonarios, no la sienten como propios en estos momentos.

El ánimo está en deuda

Con los resultados que no llegaban, las expectativas altas, y el peso de la historia de Millonarios, el ánimo no está para fiestas. Los hinchas muestran frustración, los veteranos no se ven como líderes firmes en el campo, y el técnico enfrenta una presión enorme. Todo esto pesa mentalmente: cuando un equipo no está seguro de sí mismo, cada fallo se magnifica.

¿Y cuál es la causa?

• La nómina ha sido criticada: se le reclama poca experiencia en algunos puestos y exceso de juventud en situaciones de presión.

• La dirección técnica está en la mira: difícil exigir un equipo sólido si no se hacen las contrataciones correctas ni se establece una estructura mental fuerte.

• La falta de continuidad en triunfos contundentes reduce la confianza, y Millonarios parece vivir de empates, de remontadas forzadas o de esos partidos regalados por los rivales. Se siente el desgaste del semestre.

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¿Qué se espera de ahora en adelante?

Que Millos deje de “recibir regalos” y empiece a construir victorias propias: con fútbol, con actitud, con liderazgo dentro del campo. Que cada jugador asuma que vestir esa camiseta no es solo jugar bien, sino cargar responsabilidad cuando todo está en contra. Que David González logre reinjectar confianza, que la hinchada vuelva a creer en un fútbol limpio, valiente, que no dependa de errores ajenos.

👉 ¿Vos qué pensás? ¿Millonarios podrá recuperar ese espíritu ganador, dejar de agradecer los errores del rival y volver a imponer su grandeza? Dejá tu opinión y compartí este artículo con tus panas futboleros.